Asunción, la siguiente Atlántida

Maximiliano Riva
4 min readMay 11, 2019

El caso de ciudades como Pavlopetri (Grecia), Dwarka (India), las Villas de Ontario (Canadá), constituyen ejemplos de como civilizaciones antiguas y actuales, han quedado sumergidas bajo el poder de la naturaleza. La Atlántida, es el caso de una isla mítica, que según cuentan los relatos de Platón.

Asunción, capital de Paraguay, es el caso más reciente que tenemos, con la diferencia y agravante de que en este caso, no estamos recibiendo el poder de la naturaleza, sino que nos encontramos ante la inutilidad de los administradores de turno.

Ilustración: Valeria Ferreira (IG:@chevale.py)

La capital de Paraguay, se convierte en un desafío para los más valientes y en un peligro para todos. A causa de la nefasta administración municipal nos encontramos con calles completamente inundadas, sistemas de desague colapsados y a diferencia de otras ciudades del mundo, que sufren catastrofes climaticas, como huracanes o tifos, en nuestro caso estamos simplemente hablando de lluvia fuerte de 30–40 minutos. Evidentemente, algo no está bien.

El Intendente, Mario Ferreiro, brilla por su incapacidad de proveer de respuestas ante la necesidad de contar con una ciudad en condiciones. Se ha convertido en el villano, y con justa razón, pues no ha podido gestionar correctamente, ni los recursos, ni la Municipalidad en su conjunto y, se ha limitado, a realizar obras sin qué, ni para qué. Todo, lo anteriormente mencionado, nos ofrece una versión de la Venecia italiana, en Sudamérica, o una versión de la luna, por sus crateres (ya no simples baches).

El dinero destinado a la construcción y a las obras como la Bicisenda de Iturbe, Quinta Avenida y Caballero, podría haber sido destinado fácilmente al mejoramiento del sistema de drenaje urbanístico. Pero, ¿qué hay detrás de todo esto? ¿Por qué cabe en la boca de todos que el Intendente esta enriqueciendo sus bolsillos?

Básicamente porque hasta la fecha no ha podido dar explicaciones por lo anteriormente mencionado. Pero, para entender mejor, basta con hacer un simple análisis de las obras que he mencionado (ojo, hay otras):

La Bicisenda de Iturbe, tuvo un presupuesto de Gs. 1.200.000.000 (mil doscientos millones de guaraníes) y cero planificación urbanística, es por eso que nos encontramos con tantos detractores de la misma. Por otro lado, no habían pasado ni dos meses de su inauguración y ya se estaban haciendo reparaciones. ¿Un fracaso?

Obras sobre Quinta Avda., conllevaron una inversión de Gs. 2.384.000.000 (dos mil trescientos ochenta y cuatro millones de guaraníes), hoy en día se sabe que ha perjudicado el tráfico y se han destapado casos de soborno desde el círculo de Mario Ferreiro, para proseguir con las obras. Nuevamente, cero planificación urbanística. ¿Fracaso?

Entre estas dos obras, estamos hablando de más de Gs. 3.500.000.000, presupuesto que podía ser destinado al mejoramiento de estas cuestiones que permitirían que, por lo menos, no nos ahoguemos en cada lluvia.

Lo cierto es que, aquellas personas que votaron por Mario Ferreiro en las elecciones municipales, creyendo que sería el cambio, hoy se deben querer mudar de país. No hubo cambio, mas bien, hubo un empeoramiento de la situación urbana.

No le saquemos “la cola a la jeringa”, también tenemos parte de la culpa, por dos motivos:

1- No somos conscientes de nuestros actos, no tenemos cultura de la limpieza. Continuamos arrojando basura a la calle porque “es más fácil”, y terminamos saturando los desagües pluviales. Somos puercos, básicamente, es un problema de educación y de conciencia.

2- Seguimos eligiendo MAL. Lo vemos y lo sabemos, desde las Elecciones Generales a las Municipales, no tenemos criterio al momento de votar, nos guiamos por “el más facha, más kachiãi” y sufrimos las consecuencias. Tampoco reclamamos, ni exigimos que se rectifiquen, somos víctimas sometidos ante el poder de personas inescrupulosas. Pero, EL PODER SE LO DIMOS NOSOTROS, y se lo debemos sacar nosotros.

Si esto continúa así, no deberemos esperar a los descubrimientos científicos ficos nos hablen de la Atlántida, seremos el ejemplo vivo. Sucumbe Asunción a la merced y voluntad de unos pocos.

¿Cuánto tiempo más?

Cambian nombres, pero el esquema persiste.

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